Las mejores lunas de miel en abril

¡Empecemos con un destino repleto de cultura! Bután es un país del sudeste asiático que en 1975 creó un nuevo índice de riqueza, la felicidad interior bruta. Este hecho lo bautizó como el país de la felicidad. Y es que, ¿cómo no deleitarse ante las hermosas curvas de sus valles, rodeados de montañas y caminos dominados por los rododendros y los cultivos de amapolas «adormideras»?

No os perdáis la época de floración en los Países Bajos, que se convierten durante este mes de abril en una vasta extensión de tulipanes, jacintos y narcisos, haciendo del entorno que los rodea un paisaje idílico. Aquí vuestra luna de miel promete ser una experiencia inolvidable. Y para un chute revitalizante, respirad la brisa yodada de las playas del mar de Frisia (Waddenzee en neerlandés) en el norte o la de la costa de Zelanda en el sur. Respirar su aire puro... ¿qué mejor regalo?

Japón es un destino ideal para sumergiros en el color de la primavera. ¿Habéis oído hablar de la floración de los cerezos? Es un espectáculo natural incomparable. Disfrutad de este bello destino y vivid intensamente la tradición japonesa de observar la belleza de las flores, denominada Hanami. Es la ocasión perfecta para que cojáis una barca y naveguéis bajo la sombra de la flor del cerezo.

¡Benvenuti in Italia! ¿Os apetece venir a la cuna de nuestra civilización? ¡Venid a pasear de la mano por las calles de Roma! En este período del año todavía no ha llegado la avalancha de turistas y la temperatura es agradable, así que, ¿qué mejor destino que la capital del Imperio Romano? Visitad el barrio de Trastevere, uno de los barrios con más encanto, o recorre las calles peatonales de la ciudad hasta encontrar la mejor trattoria para degustar unas espectaculares polpette alla cacciatora (albóndigas) o unos simples pero deliciosos spaghetti cacio e pepe (con queso pecorino y pimienta). Cuando volváis al hotel, revivid el espíritu de la ciudad eterna con la Dolce Vita de Federico Fellini.

Si ya habéis buscado por Internet cuáles son las mejores playas del mundo, seguro que os habéis topado con algunas de las Bahamas. Su fondo marino es una auténtica maravilla de la naturaleza en la que, si tenéis un poco de suerte, podréis bucear en compañía de algunos delfines. Si tenéis la oportunidad (u os ha tocado la lotería y no sabéis en qué gastarlo) también podéis alquilar o comprar una de sus islas paradisíacas. A tan solo unas horas de casa tenéis las puertas del Edén... ¿qué más se puede pedir?