Los 15 lugares que no te puedes perder en Grecia
Pendant plusieurs mois, j'ai eu la chance de pouvoir explorer la Grèce et je vous dévoile tous les sites que j'ai adorés, à ne surtout pas manquer :
Un seul voyage ne suffit pas pour découvrir toutes les merveilles que la Grèce a à offrir. Terre des Dieux de la Grèce Antique, on la visite pour ses sites archéologiques dont les ruines chantent encore les louanges écrites en l’honneur des personnages de la mythologie. En Grèce continentale, la première étape est bien sûr la visite d’Athènes, la capitale, et de sa célèbre Acropole connue dans le monde entier. En haut de la colline, on explore les vestiges du Parthénon, temple dédié à la déesse Athéna, avant d’aller parcourir librement les rues et les quartiers animés de la ville. Puis cap sur les villes du Péloponnèse, un circuit riche en découvertes culturelles mais aussi en sites naturels d’exception avec des paysages à tomber à la renverse. Sur les traces des Romains, des Byzantins, puis des Ottomans, chaque ville affiche son identité et projette les visiteurs à travers des siècles d’histoire. Mais si la Grèce est tellement attrayante, c’est aussi en raison de son climat doux et ensoleillé et de ses superbes plages de sable paradisiaques. On embarque en bateau pour une traversée vers l’archipel du Dodécanèse et l’île de Rhodes, ou encore vers les îles Ioniennes, destinations balnéaires de renom qui comptent notamment la belle Corfou. Culture, farniente, nature, gastronomie, la Grèce, c’est tout cela à la fois et bien plus encore !
Mapa de los lugares que debes visitar
Nuestra selección de lugares que debes visitar
Las Cícladas
¿Quién no ha oído hablar de estas dos islas del mar Egeo? Situadas al sur, el archipiélago de las Cícladas cuenta con más de 200 islas, aunque solo 24 de ellas están habitadas. Sus ínsulas son un gran atractivo para miles de turistas cada año debido a sus idílicas playas, sus encantadores pueblos azules y blancos, sus excepcionales parajes naturales y su conocida gastronomía, famosa en todo el mundo. Entre las mejores se encuentra Santorini (o Santorín). Su paisaje volcánico es único, sobre todo por la carretera que va desde Fira, la capital, a Oia. Las vistas al mar y a la caldera del volcán, cuyos cráteres siguen activos a través de fumarolas, pueden ser la excusa perfecta para realizar una agradable excursión en barco. No te pierdas la magnífica puesta de sol desde lo alto de Oia. Seguidamente, pon rumbo a Naxos, la isla más grande de las Cícladas. Su principal encanto lo constituyen sus playas y los diversos atractivos culturales de su capital, Chora. La isla de Paros es célebre por sus playas de arena blanca, sus pueblos pesqueros y por sus canteras de mármol, material utilizado para la famosa escultura Venus de Milo. Si te apetece un poco de fiesta, Myconos es una isla gay friendly cuyas discotecas atraen a los más fiesteros de todo el mundo. Aunque si buscas huir del turismo de masas, las Cícladas también son el lugar ideal para unos días de relax. Para ello, te recomendamos Delos, con 17 yacimientos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Amorgos, perfecta para un día de senderismo, o Sifnos y sus deliciosas especialidades culinarias.
Islas Jónicas
Al oeste de la Grecia continental, el litoral forma un rosario de islas en pleno mar Jónico. Auténticos paraísos, estos pequeños terrenos estuvieron durante siglos bajo dominio veneciano, dejando a su paso una gran influencia italiana que se puede observar en la arquitectura de las ciudades y en sus monumentos religiosos. Con una vegetación en la que abundan olivos, pinos, viñas y limoneros, la típica vegetación mediterránea contrasta con un infinito mar azul que se pierde en el horizonte. Las islas Jónicas poseen algunas de las playas y calas más hermosas del mundo, y son lugares muy elegidos entre los amantes de los deportes náuticos como el windsurf o el kitesurf. Gracias a los circuitos entre las diferentes islas, no te perderás ni un solo detalle de este magnífico entorno: playas de ensueño, monasterios, castillos medievales, pueblos típicos, museos... y sin olvidar por supuesto su exquisita gastronomía local. Como ves, razones no faltan para dedicarle unos días a las islas Jónicas.
Mystras
Situada cerca de Esparta, al sureste del Peloponeso, la ciudad de Mystras fue construida en la ladera de la colina para rodear el castillo que se encontraba en la cima, erigido en el siglo XIII por Guillermo II de Villehardouin. Actualmente, esta joya de la antigua Morea es Patrimonio de la Humanidad, y esconde numerosos tesoros históricos, herencia de los bizantinos, como sus numerosos edificios religiosos renovados o en proceso de renovación. La visita comienza por sus laberínticas callejuelas y caminos que conducen al castillo. Por el camino, haz una parada en la Metrópoli de San Demetrio y visita la iglesia más antigua de Mystras o el monasterio de Pantanassa (siglo XV), que posee frescos de un realismo sorprendente. El recorrido continúa con la ciudad alta. Descubre el Palacio, residencia de los emperadores bizantinos del siglo XV y XVI; la ciudadela y el Kastro, desde donde puedes compensar la larga subida y contemplar un magnífico panorama del valle y de Esparta.
Archipiélago del Dodecaneso
Muy cerca de las costas turcas, el archipiélago del Dodecaneso cuenta, como su nombre indica, de 12 islas principales, aunque posee en realidad más de 200, de las cuales la mayoría están deshabitadas. Bañadas por el mar Egeo, en estas islas reina el clima mediterráneo, y son destinos de ensueño a la hora de organizar las vacaciones. Playas de arena y agua turquesa, pueblos típicos o yacimientos históricos, testigos del paso de las civilizaciones bizantinas y otomanas... el archipiélago combina ocio y cultura. ¿Te lo vas a perder? Puedes hacer un crucero en caique de isla en isla para descubrir sus secretos más recónditos. Cada isla posee un encanto único.
Rodas
Rodas es la isla más grande del Dodecaneso, y se caracteriza por sus fortalezas y sus playas. La ciudad fortificada, del mismo nombre, fue sede de la Orden de los Caballeros de San Juan de Jerusalén, también conocidos como Orden de los Hermanos Hospitalarios. La visita continúa con el tradicional pueblo de Lindos, una típica localidad costera con casas blancas situadas al pie de un castillo medieval. Termina la jornada con un buen chapuzón en una de las playas más espectaculares de la isla. En la Antigüedad, el puerto de Rodas acogía una inmensa cantidad de navíos, que debían cruzar entre las piernas de una gigantesca estatua que representaba al dios Apolo, considerada como una de las siete maravillas del mundo antiguo que por desgracia quedó destruida durante un terremoto.
Las siguientes paradas son la isla de Symi, con sus coloridas casas; Kárpatos y su puerto pesquero, y Patmos, una isla salvaje y recóndita en la que se escribió el Apocalipsis de San Juan. Por último, haz una parada en la pequeña isla de Kos, repleta de calas y agua turquesa.
Garganta de Vikos
Al norte de Grecia, en la región de Epiro, se encuentra el cañón más grande de Europa. Con más de 1 000 m de profundidad, las gargantas de Vikos se encuentran entre los cañones más profundos del mundo después de los de Estados Unidos. Recorre sus 10 km de sendero marcado desde el pueblo de Monodendri hasta Vikos. Entre el intenso color azul del río Voïdomatis y los vertiginosos acantilados, el paisaje te dejará sin aliento. Es un auténtico espectáculo natural que no dejará indiferente a nadie.
Cueva de Perama
Cerca de la ciudad de Ioannina, al oeste de Grecia, se encuentra este fabuloso yacimiento geológico. La cueva de Perama se formó hace 1,4 millones de años, dando como resultado un laberinto subterráneo creado por la erosión de la piedra caliza. Descubierta en el siglo XX, la cueva sirvió de búnker natural durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día, un sendero de 850 m conduce a los visitantes hasta las entrañas de la tierra tras bajar 183 escaleras. En sus galerías podrás observar toda una serie de estalactitas y estalagmitas que ofrecen un espectáculo lleno de misterio. A la salida, contempla las magníficas vistas de la isla y el lago de Ioannina.
Tesalónica
Salónica, o Tesalónica, es una ciudad portuaria del mar Egeo, con uno de los puertos más importantes de Grecia. El interior de sus murallas deja al descubierto un rico patrimonio arquitectónico a través del cual se han impregnado influencias romanas, bizantinas y otomanas a través de los siglos. En 1978, un seísmo sacudió la ciudad, desatando numerosos desperfectos y derrumbes. A pesar de todo, la ciudad ha sabido encontrar el equilibrio perfecto entre tradición y modernidad. Frente al mar encontrarás el símbolo emblemático de la ciudad, la Torre Blanca. Recorre la ciudad alta, denominada Ano Poli, para seguir las huellas de las diferentes civilizaciones por un laberinto de coloridas callejuelas. Por el camino, descubrirás numerosos vestigios romanos e iglesias bizantinas. No te pierdas la Rotonda de Galerio, un edificio circular que sirvió de iglesia y después, tras el dominio otomano, de mezquita, momento en el que se añadió el minarete. La ciudad cuenta con importantes instituciones culturales, como es el caso del Museo Arqueológico o el Museo de Arte Bizantino, situados en la ciudad alta. Lejos de anclarse en el pasado, Tesalónica se apasiona también por el arte moderno, impulsando la apertura de edificios culturales dedicados al arte moderno, la fotografía o el cine. Además de sus museos, la polis cuenta con un calendario cultural bastante cargado: festivales, exposiciones, conciertos y tiendas, sin olvidar sus estupendos bares y discotecas.
El museo arqueológico
Inaugurado en 1962, se encuentra entre los museos más importantes del país. Tras su fachada blanca se exponen al público varias colecciones permanentes con obras de arte de una infinita riqueza para recordar los grandes períodos de la historia de Madeconia y Grecia, desde la Prehistoria hasta la época romana. Hay incluso una sala dedicada a los tesoros de Macedonia, donde podrás admirar varios objetos de oro y plata tales como la cratera de Derveni o una espectacular diadema de oro. ¡Descubre el papiro más antiguo de Europa!
El Monte Athos
Localizado en la región de Macedonia, la sagrada montaña del monte Athos culmina a más de 2 000 metros de altitud. Es una república monástica en la que viven cerca de 2 000 monjes de clausura repartidos en una veintena de monasterios ortodoxos. Célebre lugar de peregrinaje, necesitarás la autorización especial de las autoridades administrativas del monte Athos para poder entrar. Otra de las peculiaridades del monte, escenario de numerosa polémica, es que la entrada está estrictamente prohibida a las mujeres, dado que los monjes han hecho voto de castidad. Y no termina aquí, si viajas con tu animal de compañía, las hembras tampoco pueden entrar. Este hecho ha sido denunciado en numerosas ocasiones por su carácter discriminatorio y misógino, aunque, a pesar de ello, el lugar figura en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Siempre puedes admirar de cerca el monumento y apreciar su espectacular arquitectura.
Monemvasia
En el sur del Peloponeso se extiende la ciudad fortificada de Monemvasia, una de las mejores escapadas que puedes realizar en Grecia. Construida sobre un islote rocoso que se une a la costa a través de un puente, la ciudad parece formar parte de otro mundo, lo que le confiere una atmósfera única. Apodada la Gibraltar de Europa, la situación estratégica de la fortaleza natural atrajo la atención de venecianos, bizantinos y otomanos. Llegar a Monemvasia es como cruzar un portal a lo desconocido y encontrarse en plena Edad Media. Desconecta el móvil para sumergirte de lleno en la época medieval y en el ambiente romántico del lugar mientras conquistas sus pintorescas calles, repletas de tiendas, restaurantes y cafeterías. La ciudad cuenta también con 24 encantadoras iglesias bizantinas. Sube hasta lo alto de la ciudadela y admira el espectacular atardecer frente al mar. ¡No te lo puedes perder! Tras la jornada de visita, haz una pausa en una de las tabernas de la ciudad para degustar diversos platos y vinos locales, o refréscate en sus aguas cristalinas, accesibles a través de la puerta de Portello.
Micenas
Situado en lo alto de una colina, el yacimiento arqueológico de Micenas es uno de los principales vestigios de la civilización micénica. La mitología griega cuenta que el rey Perseo fundó Micenas antes de que la ciudad cayera en manos de la dinastía Atreides, cuyo personaje más conocido es Agamenón, héroe de la guerra de Troya (Ilíada). Según cuenta el mito de Esquilo, Agamenón fue asesinado por su mujer y el amante de esta, aunque sería vengado por su hijo, que asesinaría a su madre adúltera y al amante. ¡Una auténtica tragedia griega! En la Acrópolis de Micenas se encuentran las ruinas de la antigua fortaleza y su imponente puerta de los leones, guardiana de la ciudad. En su interior, no te pierdas el Círculo de tumbas A, un conjunto de tumbas con cúpulas reales descubiertas por el alemán Schliemann en el siglo XIX. Fue en este lugar donde se descubrió la máscara de oro de Agamenón, un tesoro inestimable expuesto en el Museo Arqueológico de Atenas. En el yacimiento también se encuentra el Tesoro de Atreo, una de las tumbas más hermosas de la época que, según se dice, podría haber albergado los restos mortales del rey Atreo. Por último, visita lo que queda del Palacio Real de Micenas, punto culminante de la Acrópolis. Si te apetece descubrir más secretos sobre la civilización micénica, realiza una visita al museo arqueológico, que expone diversos objetos del día a día y cuenta con salas que describen los rituales mortuorios del antiguo pueblo.
Olimpia
Centro religioso de la Grecia Antigua, el yacimiento de Olimpia debe su nombre al monte Olimpo, residencia de las divinidades. Construido en honor a Zeus, Olimpia también es conocida por ser la cuna de los Juegos Olímpicos, creados en el siglo VIII a. C. Actualmente, se conservan los restos de aquella época, entre los cuales se pueden destacar los templos de Zeus y Hera. En el primero se encontraba la famosa escultura crisoelefantina de Zeus, obra de Fidias y considerada como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. La obra se perdió sobre el siglo V. Muy cerca, podrás visitar el taller del escultor. Olimpia también se distingue por sus instalaciones deportivas, como el estadio, el gimnasio o la palestra, donde entrenaban los atletas.
Los monasterios de Meteora
En la llanura de Tesalia, cerca de la ciudad de Kalambaka, se encuentran diversas maravillas geológicas esculpidas por la erosión a lo largo de los siglos y dominadas por los monasterios de Meteora (siglos XIV a VI), situadas a una altura de varios cientos de metros. NON Solo se puede admirar la espiritualidad que emana de estos lugares sagrados, que desafían la naturaleza intentando tocar el cielo, como si colgaran del aire. Este fenómeno natural también forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO, y se encuentra entre las visitas obligadas de Grecia. De los 24 que había, el lugar registra hoy 6 monasterios todavía activos, custodiados por los monjes. Abiertos al público, el Gran Meteoro es el más antiguo, grande y alto, construido a más de 600 metros de altura. En su interior encontrarás una iglesia, un museo y una sacristía, donde yacen los restos de los fundadores junto a otras vestiduras, objetos, evangelios y manuscritos.
Delfos
Situada en pleno corazón de la Grecia continental, a 160 km de Atenas, Delfos ofrece una aventura repleta de historia. Se trata de uno de los sitios arqueológicos más importantes del país, donde cada piedra y cada columna ha sido testigo de leyendas mitológicas que se remontan al nacimiento de la ciudad. Según cuenta la leyenda, Zeus, que quería encontrar el centro de la tierra, envió a dos águilas en dirección opuesta, y ambas se encontraron en Delfos. Y así nació la ciudad, con el sobrenombre de «ombligo del mundo». Las ruinas, refugiadas entre las nevadas cumbres del monte Parnaso, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aunque, si hablamos de historia, hemos de citar la más famosa, la del Oráculo de Delfos, el célebre santuario al que los grandes reyes acudían para conocer su futuro ante la ante la pitia (o pitonisa), que vivía de forma vitalicia en el santuario. Esta pita se encargaba de hacer sus predicciones tras un sacrificio en el santuario de Apolo. Numerosos son los curiosos, que, atraídos por el mito del oráculo y Apolo, peregrinan hasta este lugar sagrado.
El museo arqueológico de Delfos
No te pierdas su hermosa colección de piezas dedicadas al santuario y sus alrededores, y recorre las diferentes salas del museo. Cada una de ellas expone auténticos tesoros de la Antigüedad, como la Esfinge de Naxos, diversas ofrendas, los gemelos de Argos (Cleobis y Bitón), los frisos del Tesoro de Sifnos o incluso el Auriga, una gran escultura de bronce del final de la época arcaica (siglo V a. C.).
El Asclepeion de Epidauro
En la Antigua Grecia, el Asclepeion era un templo curativo consagrado en honor a Asclepio, dios de la medicina. En aquella época, enfermos de todo el país venían con la esperanza de encontrar la cura. Aunque existen varios asclepeiones en Grecia, el de la ciudad de Epidauro (en el Peloponeso), declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es el que mejor se conserva. Aquí encontrarás lugares típicos donde reposaban los enfermos, como las termas o el gimnasio. El santuario también cuenta con un gran teatro cuyo diseño brinda una acústica inigualable. En su día, la construcción tenía capacidad para 14 000 espectadores. El teatro ofrece un entorno único en el que todavía puedes asistir a representaciones con motivo del festival de Atenas y Epidauro, con eventos musicales y teatrales durante el verano.
Atenas
Mimada por las olas del mar Egeo, la capital de Grecia divulga, a través de sus monumentos y restos arqueológicos, una larga historia que una vez fue el centro de una de las civilizaciones más poderosas y prósperas de la humanidad. Cuna de la mitología, las divinidades de la Antigüedad siguen fascinando hoy como lo hacían antaño, y siguen estando muy presentes en la cultura y el patrimonio de la antigua ciudad. Su célebre Acrópolis domina la ciudad, y forma parte de las maravillas que uno debe ver antes de morir. En la cima de la colina se encuentra un vasto yacimiento levantado hace 2 500 años, símbolo del esplendor de la civilización. Hoy, junto con sus numerosos templos —la mayoría de ellos construidos en honor a Atenea, protectora de la ciudad— y sus impresionantes construcciones, Atenas todavía siente la sombra de los dioses y héroes griegos. La gran polis es una ciudad viva, con barrios animados donde se puede disfrutar de una atmósfera festiva y acogedora.
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