Meknès : los 3 lugares que no te puedes perder

En árabe, una madraza es una escuela coránica, es decir, una universidad teológica donde se enseña la religión musulmana. La madraza Bou Inania de Meknes, situada en el corazón de la medina a pocos pasos del Museo Dar Jamai, es la más grande de la ciudad, pero también una de las más bellas de todo el país. Es un auténtico tesoro de la época de los meriníes. Su arquitectura de estilo tradicional cuenta con madera de cedro tallada, mosaicos azules y verdes y numerosas celosías. ¡Su belleza te dejará helado/a! Actualmente la madraza está abierta a todos los públicos y para visitarla solo hay que pagar unos pocos dírhams. Te recomendamos que visites las pequeñas habitaciones que servían como dormitorios para los estudiantes, ¡te encantarán!

Conocida también como «Casa Jamai», este hermoso palacio fue en su día la residencia del gran visir del sultán Hassan, e ilustra perfectamente el estilo de vida de las grandes familias marroquíes de finales del siglo XIX. Se compone de muchísimas habitaciones, entre las que encontramos dormitorios, salas de recepción, jardines con piscina, una mezquita, un baño árabe, un foundouk (alojamiento para los comerciantes ambulantes) y otras salas de estar. Rebautizado como Museo Dar Jamai, las habitaciones se utilizan ahora como salas de exposición dedicadas a la artesanía marroquí en las que podrás encontrar cerámica, bordados, productos de alfarería, madera pintada y tallada, tejidos, etc.
Antes de convertirse en museo, el palacio también fue utilizado durante un breve período como hospital militar bajo el protectorado francés.

Si algo caracteriza a la ciudad de Meknes es sobre todo sus grandes murallas con puertas de dimensiones monumentales, como las de Bab Mansour. Apodada «la ciudad de los cien minaretes» por sus numerosas mezquitas, aquí también se pueden ver los restos del antiguo palacio real, el mausoleo de Moulay Ismaíl o el museo Dar Jamai, convertido en una magnífica residencia de estilo andaluz que data de 1881.