Porto : los 10 lugares que no te puedes perder

Situado en un inmenso edificio neoclásico construido en 1914 con dos plantas y un patio central, este mercado te invita a descubrir las especialidades culinarias del país vecino. En sus puestos de frutas y verduras, de carne y de pescado reina un ambiente típico, y encontrarás todos los productos frescos que busques.
Si quieres explorar el corazón de la ciudad, este es el lugar ideal.

Esta hermosa iglesia barroca del siglo XVIII fue construida en pleno corazón de Oporto por el arquitecto Nicolau Nasoni. Los más de 75 metros de su torre conforman el punto más elevado de la ciudad. Tras subir más de 220 escaleras, podrás disfrutar de unas increíbles vistas de Oporto.

¡Su preciosa fachada neogótica esconde un interior todavía más impresionante! Entrar en esta librería es viajar a otra época. Su interior de estuco simulando madera tallada, sus ventanales y sus paredes repletas de libros hacen de este lugar un auténtico templo de la literatura. ¿Y qué decir las suntuosas e imponentes escaleras de madera esculpida? ¡Una auténtica maravilla ¿Sabías que este mágico lugar inspiró a J. K. Rowling para escribir el primer tomo de Harry Potter cuando era profesora de inglés en Oporto entre 1991 y 1993?

Si tienes que elegir una iglesia de Oporto, quédate con la de São Francisco. Situada en la Plaza del Infante Don Enrique, este edificio de estilo gótico comenzó su construcción en el siglo XIV, y hoy forma parte de las iglesias más hermosas del país. Sus tres naves están revestidas en oro y decoradas con tallas de madera. El Árbol de Jesé es uno de los mayores atractivos de la iglesia, una escultura de madera policromada que representa el árbol genealógico de Jesús.

Situada en pleno centro de Oporto, la estación Porto-São Bento es una visita obligatoria en Oporto. Su vestíbulo está decorado con más de 20 000 azulejos azules creados por el ilustre pintor portugués Jorge Colaço. Su creación recrea numerosas escenas de la historia de Portugal. Sobre los azulejos encontrarás coloridas ilustraciones de la evolución del transporte en el país.

El Palacio de la Bolsa fue construido entre 1842 y 1910 para albergar la sede de la Asociación de Comerciantes de Oporto. Se trata de un monumental edificio de estilo neoclásico que hoy es sede de la Cámara de Comercio e Industria de Oporto. El diseño austero de su exterior contrasta con la rica decoración de su interior. El Patio de las Naciones se yergue entre altos ventanales y una majestuosa cúpula de cristal en el techo. Subiendo por una preciosa escalera de granito podrás contemplar sus lujosas salas, entre las que se encuentran la Sala Dorada y el célebre Salón Árabe, recubierto con más de 20 kg de oro e inspirado en La Alhambra de Granada.

Desde la plaza medieval de la Ribeira, toma las diferentes callejuelas medievales y sube las escaleras hasta llegar a la imponente catedral, el monumento religioso más importante de Oporto. Desde su plaza podrás contemplar un paisaje espectacular con vistas al Duero. Construida en el siglo XII, la catedral ha sido testigo de numerosas reconstrucciones y alteraciones, y especialmente durante el siglo XVIII. Hoy, el edificio cuenta con diferentes estilos arquitectónicos. Cuando entras a la catedral, a la derecha, se encuentra una puerta que da acceso al claustro, que podrás reconocer por su arquería gótica. Por unos pocos euros también podrás admirar sus azulejos, que reproducen escenas bíblicas que decoran toda la obra. No te pierdas el «tesoro de la catedral», una colección de casullas bordadas en oro y una bella colección de objetos religiosos de la Edad Media. Una escalera te llevará a la terraza del claustro, por la que se accede a la sala capitular, que cuenta con flores talladas y magníficas pinturas en el techo.

No te puedes ir de Oporto sin hacer una cata por las bodegas de Vila Nova de Gaia. En la avenida Diogo Leite encontrarás las bodegas más famosas, situadas junto al Duero. Aprende mucho más sobre la elaboración del vino mediante una visita guiada, que termina con una esperada cata. Después de esta experiencia, no dudes en pasear por la orilla del río para disfrutar de unas vistas espectaculares de la ciudad de Oporto. Es el lugar ideal para inmortalizar las coloridas casas del barrio de Ribeira. El eterno desfile de los navíos por el Duero también es un panorama muy agradable.

El corazón de Oporto está clasificado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.La zona próxima al río fue antaño el centro económico de la ciudad. Actualmente, Ribeira se ha convertido en un barrio turístico con fachadas típicas llenas de color y de vida. Es un lugar idílico para acercarse a orillas del río y hacer un crucero de 1 hora o 2 por el Duero. De esta manera, pasarás por el majestuoso puente metálico Dom Luis I, diseñado por un discípulo de Gustave Eiffel, desde el que puedes ir hasta Vila Nova de Gaia a pie, en metro o en coche. Y, hablando de la era del hierro y el acero, en Oporto puedes descubrir otros puentes, como el puente María Pía, proyecto de la firma Gustave Eiffel; el puente de la Infanta y el de Arrabida, más próximo al mar.
Por la noche, las estrellas son fieles testigos de la vida de sus numerosos restaurantes, sus espectáculos y sus conciertos, en algunas ocasiones improvisados.

Antes de recorrer territorio nacional, el Duero pasa por Oporto bajo la sombra de numerosos puentes, que ofrecen unas de las vistas más maravillosas de la ciudad. El más famoso de todos es el puente Dom Luis I, un puente metálico de dos niveles diseñado por un discípulo de Gustave Eiffel (padre de la famosa torre Eiffel) que unía la antigua ciudad con Vila Nova de Gaia, afamada por sus numerosas bodegas de vino. Si no, el de la reina María Pía (también de la firma Eiffel) o el puente Infante Don Enrique son manifestaciones que desafían las leyes arquitectónicas de la época. Varias compañías de barcos del barrio de Ribeira o de Vila Nova de Gaia proponen excursiones de menos de una hora para que puedas descubrir sus famosos puentes. No dudes en inmortalizar las mejores vistas mientras conquistas la ciudad a bordo de una nave. También encontrarás los denominados rabelos, antiguos barcos que transportaban barricas del vino local. Actualmente, sus barriles al aire libre recuerdan a las bodegas de Vila Nova de Gaia. Si tienes tiempo, te recomendamos un recorrido en barco hasta Peso da Régua, una hermosa ciudad en la que puedes degustar sus vinos.